La semana pasada volví de un viaje de una semana en la que visitamos Helsinki (Finlandia), Tallin (Estonia) y San Petersburgo (Rusia). Hoy os hablaré sobre la experiencia en Helsinki.
Cabe decir que Finlandia ronda los 5 millones y medio de habitantes y la mayoría se condensa en el sur del país por lo que la mayor parte del país está prácticamente despoblada. Con poco más de 600.000 habitantes, Helsinki es una ciudad relativamente pequeña para la gran extensión del país. Ubicada en la región de Uusimaa, Helsinki (o Helsingfors, su nombre en finés) se encuentra al sur del país.
Sus paisajes son maravillosos aunque las temperaturas son bastante bajas en esta época del año. El nivel de humedad es bastante alto por lo que la sensación térmica es de bastante menos grados de los que hay en realidad. Los días son en su mayoría nublados y la lluvia será un compañera más de viaje.
Si tenéis intención de visitar Helsinki, preparad el bolsillo ya que es Finlandia en general es un país bastante caro. Para que os hagáis una idea, en un supermercado LIDL, una botella de Coca-Cola de 1'5 litros cuesta la friolera de 3'05€ mientras que en España, una botella de 2 litros ronda 1'40€. Aunque hay restaurantes bastante baratos en comparación con los precios del lugar. En el mismo centro de Helsinki pudimos encontrar un barco restaurante donde por 9'70€ teníamos buffet libre con una comida más que decente.
Moverse por allí es bastante sencillo ya que la gran mayoría de las lineas pasan por el centro. A continuación os dejo un plano donde se puede apreciar los recorridos de las distintas líneas que se pueden coger allí (tanto tranvía como buses):
Como dato curioso os diré que se pueden comprar los billetes de autobús por SMS, siendo incluso más barato que pagando en el mismo autobús. Mandando ese SMS recibes un código que debes mostrar en el autobús.
¿Qué ver en Helsinki? En mi humilde opiníon, Helsinki es una ciudad bonita aunque lo principal lo puedes ver en un solo día y caminando. Las dos principales iglesias:
La iglesia ortodoxa de Uspenski
La iglesia luterana con la estatua de Alejandro II
Otro recurso turístico muy interesante de Helsinki son sus más de 2000 islas (aunque la mayoría son privadas). La más recomendable es la isla fortaleza de Suomenlinna, donde puedes encontrar casas que te recordarán a las casas del sur de USA, un museo con su historia y parte de la historia de Helsinki y una fortaleza de varios siglos de antigüedad. Además, Suomenlinna forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Para finalizar este post os contaré algunas curiosidades:
Los idiomas oficiales en Helsinki (al igual que en el resto del país), son el sueco y el finés aunque la gran mayoría del país habla un inglés casi perfecto. Si sabes inglés no tendrás problemas para comunicarte en Finlandia.
Debido a los altos impuestos en alcohol y tabaco, los precios en estos productos son altísimo. A 89km se encuentra la capital de Estonia, Tallin, donde el precio es mucho más bajo. Por 20€ puedes conseguir un billete de ida y vuelta en un crucero que te lleva de una ciudad a otra en menos de 3 horas. Mucha gente toma ese barco para comprar cajas y botellas de sus licores favoritos y llevárselo a casa. Cuando digo que compran, no se andan con chiquitas, compran MUCHO.
Helsinki está a menos de 300km de la frontera con Rusia. Lo precios de la compra en Rusia son bastante más bajos que en Finlandia aunque, irónicamente, es la gente de Rusia que viaja a Finlandia a comprar sus productos debidos a la buena calidad de estos en comparación con los de Rusia.
Espero que os haya gustado este post y os pido disculpas por la demora. ¡Hasta la semana que viene amigos viajeros!
Estupendo artículo, me encanta.
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